Testimonio:

Antes de conocer a Jesús, mi vida era un caos. Me sentía vacía y sin propósito. Me había sumido en el alcoholismo y la depresión, y no veía una salida. Pero un día, alguien me habló de Jesús y de su amor incondicional. Me dijo que Jesús podía cambiar mi vida y darme un propósito nuevo. Al principio, no creí que fuera posible. Pero algo en mi corazón comenzó a cambiar. Comencé a leer la Biblia y a orar, y poco a poco, comencé a sentir la presencia de Dios en mi vida. Jesús me mostró que no estaba sola, que Él estaba conmigo en todo momento. Me enseñó a amarme a mí misma y a valorar mi vida. Con el tiempo, mi adicción al alcohol desapareció, y mi depresión comenzó a disminuir. Me sentí libre y renovada. Ahora, puedo decir que mi vida ha sido transformada por el poder de Jesús. Él me ha dado un propósito nuevo y me ha enseñado a vivir una vida llena de amor, paz y alegría. No puedo imaginar mi vida sin Jesús. Él es mi todo, y estoy agradecida por su amor y su misericordia. Si estás pasando por un momento difícil, te animo a buscar a Jesús. Él puede cambiar tu vida, como lo hizo con la mía. No estás solo, y hay esperanza para ti.   

Lizza G.